Un caso que afectará en forma gravitante la actividad comercial, industrial y turística de Arequipa se dará en los próximos días. Se trata del vencimiento del Convenio de Usufructo del Campo Ferial de Cerro Juli suscrito en el año 1992 que fijaba el término de 30 años, las posiciones de las partes suscriptoras: La Dirección Regional Agraria de Arequipa de ése entonces, propietaria de las 19 hectáreas y la Asociación Empresarial Cerro Juli, lastimosamente no son por el momento complementarias y se desarrollan en un clima enrarecido por una serie de observaciones, como supuesto incumplimiento de pagos, cláusulas y otros.
Por un lado, la dependencia del Estado que acusa a la 2da. de no honrar con su compromiso de fomentar preferentemente la actividad agrícola y ganadera, tampoco de cumplir con el pago del 7% de utilidades netas anuales y ceder indebidamente a un tercero el uso de parte del terreno. Por el otro, la asociación empresarial que se felicita haber convertido el terreno eriazo en un complejo ferial multi usos invirtiendo millonarias sumas de dinero y que permitieron haber posicionado a la ciudad como un destino de eventos, aclaran igualmente haber honrado con el aspecto económico más allá de lo pactado, incluso su documentación tendría auditorías externas. Hasta el momento acaso la parte más reticente a la renovación sea el Estado personificado en el Gobernador Regional y el presidente de la Sociedad Agrícola de Arequipa (SADA) quienes adelantando opinión califican de nefasto el contrato en mención.
Las observaciones no dejan de estar contaminadas de política, y en su afán de cierto protagonismo ambos personajes prometen dar un giro importante al objetivo de las ferias, una vez tomadas las riendas, favoreciendo mayormente al sector agrícola regional y hacerse de su administración, y ya se sabe cómo de eficiente es el Estado como administrador. Lo curioso es que en éste “tira y afloja” el sector más comprometido con las consecuencias de próximos eventos nacionales é internacionales, el turismo, mantiene un silencio preocupante, cuando debería actuar de conciliadores para transparentar todo acto. Para James Posso ex consejero y presidente de la comisión investigadora del año 2017, (cuyo voluminoso expediente é informe alcanzado a la Gobernación, inexplicablemente fue extraviado) un nuevo convenio a renovarse con la actual administración ó con otra preferentemente arequipeña, debe basarse en un significativo incremento de participación de las utilidades del usufructo a tratarse, así como la asignación de períodos fijos mensuales a cargo de la Dirección de Agricultura para sus propios eventos; y la incorporación de 2 gerentes (GERCETUR y GRAG) para una fiscalización proba.
(el drama continuará).