Los Paracas fueron de las civilizaciones más importantes del antiguo. Uno de los aspectos en el que se destacaron de sus predecesores fue su tipo de entierro.
Los cuerpos momificados en posición fetal eran cubiertos con fines textiles comúnmente llamados “mantos Paracas” formando un gran fardo funerario que contenía además de la momia, lo que en vida usó, como joyas, cerámicas, etc. El fardo funerario en conjunto conformaba como una especie de semilla que se plantaba en sus necrópolis que tenían forma de “copa invertida” de hasta 6 metros bajo tierra con la finalidad de que nazcan en una siguiente vida. Este factor unido al aspecto climático del desierto de Ica contribuyó al perfecto estado de conservación de las momias.
Imagen: Museo Inkariy