Pareciera que la historia de Sísifo, aquél personaje de la mitología griega, cuyo castigo fue empujar una enorme piedra durante una empinada montaña hasta la cima, para que casi al llegar, ésta volviera a descender abruptamente hacia el llano para repetirse una y otra vez la absurda y extenuante labor, habría sido inspirada en la realidad peruana, con muchos milenios de anticipación.
Ni bien asimilamos la necesidad de priorizar el lado humano debido al shock de la pandemia que vergonzosamente nos sepultó en el sótano de las economías mundiales y uno de los peores ejemplos en planificación y cuando en el sector turismo tratamos de revertir la situación tratando de justificar el término tan manoseando últimamente: LA RESILIENCIA, nos acaba de llegar la noticia de la descalificación como país por Standard & Poor’s Financial Services LLC la agencia de calificación de riesgo estadounidense en servicios financieros. Es decir, el “infocorp” internacional advierte a inversionistas sobre el incremento de riesgo de invertir en el Perú, en cualquiera de los sectores económicos incluido el turismo. Lo detestable es que la clase política pretenda como siempre zafarse del problema, como el caso del Premier que endilgó a la prensa peruana el agravamiento de la crisis nada menos que por el “ruido político” que ésta genera. Nada más irresponsable de su parte, como si el inexistente “sindicato de medios de prensa” habría hecho una colecta para comprar relojes, pulseras y aretes lujosos y sembrarlos en la alcoba de la otra irresponsable mandataria.
Por su parte, el panorama no se ve tan auspicioso en el sector turismo, el “Perú Travel Advisory” uno de los portales de consulta obligatoria para todo ciudadano norteamericano antes de su viaje a Perú y países vecinos, advierte lo siguiente: “Los delitos, incluidos hurtos menores, robos de vehículos, atracos, agresiones y otros delitos violentos, son comunes en Perú y pueden ocurrir durante las horas del día a pesar de la presencia de muchos testigos. El secuestro es poco común, pero ocurre. El riesgo de cometer delitos aumenta por la noche. Se sabe que grupos criminales organizados utilizan controles de carreteras para robar a sus víctimas en zonas fuera de la ciudad capital de Lima”.
Lastimosamente no hay reacción de la clase dirigencial para llamar la atención a sus gobernantes sobre el riesgo país y todo lo que conllevaría si no se corrigen tantos oprobiosos yerros.
