- El Pecado de Reynaldo.
De menuda figura, puede pasar por desaparcibido en cualquier reunión de trabajo. Su asunción al cargo como Director Regional de la DIRCETUR ya tenía como cimiento el haber ejercido cargo público en la Sub Gerencia de la comuna puneña.
A decir verdad lo venía ejerciendo bien, a diferencia de su antecesor Marco Ojeda Chalco de nula gestión desde un mullido sillón y desconexión absoluta no solo con el sector privado sinó de su propio empleador Richard Hancco que ignoraba el paradero de su director quien tuvo que ser expectorado gracias a una marcha masiva de los gremios y empresarios de turismo, curiosamente fue la única oportunidad en que logró reunir a todos, pero ésta vez unánimemente en su contra.
Al asumir Reynaldo Yucra el cargo del ente normativo de la actividad turística, empezó desde cero, y lo iba desempeñando bien, viajando por lares donde la DIRCETUR estuvo siempre ausente, sin embargo en muchos casos lo hacía sin la presencia del sector privado, que hoy le da la espalda, éste último representado por una minúscula y nada representativa asociación de agencias de viajes APAVIT PUNO (compuesto por 9 socios de más de 150 agencias de viajes existentes) y la CÁMARA HOTELERA (sin cabeza y abandonada a su suerte desde hace muchos lustros), del resto de gremios de guías y restaurantes no se puede decir nada. Él provenía de la actividad privada y la hotelería y cocktelería no le eran desconocidos por haberse desempeñado en una cadena hotelera conocida.
La diferencia con sus antecesores era notoria, tenía mucho futuro, tolerante acaso hasta el extremo, sin embargo la Contraloría General de la República comenzó a escarbar su file, encontrando gruesos errores que configuran hechos penales (delitos contra la fé pública y otros) y es así como «le bajaron la llanta». Se supo que el Gobernador Regional ya se enteró de éstos hechos, pero no precisamente por sus órganos de control interno, sinó por investigaciones periodísticas, pero como en muchos casos, no toma decisiones y prefiere que el clima del altiplano enfríe calenturas.
No era necesario hacerse «harakiri» con papeles truchos, pero tampoco se puede normalizar la adulteración de papeles, y como dice el dicho: «puedes hacer mil cosas buenas, pero con una mala que hagas, todos van a olvidar las mil buenas que hiciste». Reynaldo está ahora con un pie afuera y lo preocupante es que si las faltas detectadas dan como resultado su desafuero, el sector turismo tendrá que volver a fojas cero y por supuesto con la complicidad de los gremios de turismo negligentes, tímidos, de perfil no solo bajo sino sepultado.