La ciudad de Puno no logra avanzar en su desarrollo cultural y turístico, las trabas institucionales y la ausencia de hospitalidad hacia los visitantes afectan la experiencia de quienes llegan, así lo advierte el promotor cultural Andrés Medina.
Medina ha recorrido ciudades como La Paz, Arequipa, Cusco y Lima, él buscó comparar el trato y la oferta cultural que reciben los turistas en estas urbes con lo que ocurre en Puno.

En esas ciudades, los visitantes encuentran una cordialidad que facilita su estadía, la calidez de la gente y la disposición de los espacios culturales invitan a recorrer museos, galerías y circuitos turísticos.
El turista transita con facilidad por esos destinos, recibe orientación y propuestas para conocer la cultura local, la experiencia resulta enriquecedora y deja una impresión positiva.
En Puno, la situación es distinta, el visitante llega y no percibe una bienvenida, muchas veces se siente desorientado porque no hay guías ni agencias que lo orienten, esto genera desmotivación.
Aunque Puno se promociona como destino cultural, el turista encuentra pocas alternativas, solo accede a museos o la Casa de la Cultura, la oferta resulta limitada y no satisface las expectativas.
Medina resalta el ejemplo de Arequipa, allí el Centro Cultural de la UNSA y la biblioteca Mario Vargas Llosa abren sus puertas, muestran colecciones y galerías que enriquecen la vida cultural.
Los responsables de estos espacios en otras ciudades colaboran con los promotores, invitan a realizar eventos y demuestran compromiso con la difusión cultural, esto fortalece el atractivo turístico.
En Puno, los promotores y artistas enfrentan cobros por el uso de lugares públicos, esta situación desalienta la organización de actividades y limita la participación de nuevos talentos.
Organizar eventos culturales implica gastos y esfuerzo, los artistas invierten tiempo y recursos, las entidades públicas deberían facilitar el acceso a espacios y no imponer más obstáculos.
El promotor cultural recuerda que en su gestión en la Casa de la Cultura nunca se cobró por usar los ambientes, todas las actividades se realizaron sin costo y esto permitió mayor movimiento artístico.
La pandemia marcó un cambio negativo, ahora las instituciones restringen el uso de auditorios, los promotores culturales encuentran dificultades para acceder a estos lugares y la oferta cultural se reduce.
Medina presentó una propuesta al gobierno regional para dinamizar el auditorio con actividades culturales, sin embargo, le respondieron que el espacio solo se utiliza para emergencias o conferencias de prensa.
Fuente: Pachamama. Imagen referencial T&T