DINA TRAVEL

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Ella, en su silvestre vida de funcionaria pública, fuera de viajar de Challhuanca a Lima, y de allí a Surquillo no conoció más. Y cuando se tuvo la peregrina idea de convocarla -por la única razón de ser la tesorera de la banda denominada “Los dinámicos del Centro- fue a integrar la coja lista de “Perú Libre”, de la cual el hoy prófugo Vladimir Cerrón, según propia declaración, se contentaba con meter algunos congresistas. Su silvestre vida cambió para siempre.

Luis Miguel Pino Ponce. Abogado

Dejó de ser la gris burócrata, cuyo máximo cargo social, fue la presidencia del Club Apurímac, y ser -fuera de vicepresidente- nada más que ministra de Desarrollo e Inclusión Social. Ministerio que se encarga de evaporar recursos, con los famosos “programas sociales” de los cuales tan poco uso limpio se tiene.

Y luego de haber jurado (con juramento de político, que al cambio es como conseguir la palabra del diablo) que no lo dejaría por nada ni nadie a Pedro Castillo. Promesas que fueron siempre el símil de los besos de mujer mala; es que solícita cambió, habló, prometió y consiguió que la convocaran, como Segunda vicepresidente al máximo cargo. Esto porque el autogolpe más bobo de la historia, tuvo el mismo resultado que hacer que Castillo hablara sobre Goethe o Kant; es que asumió mandato. Y ya apoltronada, dio rienda suelta a todo lo que antes, solo miraba, envidiaba, soñaba; y lloraba por no tener. Esta vez la hizo; tuvo comida de calidad (no los menùes de la tía veneno de “al costado de la oficina”) coleccionó voluntades de cortesanos capitalinos expertos en eso; invitaciones a raudales. Pero sobre todo la vanidad humana en toda su expresión: Joyas, maquillajes, y cirugías estéticas. Como dicen algunas “aprovecha, que después de esta no hay otra”.

Entonces, ella que se había convertido en experta en no gobernar, en no decidir; en hacer que cualquiera tomara decisiones menos ella; y después de pasar vergüenzas y repudios, sobre todo de quienes ayer eran parte de su rebaño; resolvió darse otro placer sibarita más: Los viajes con dinero ajeno. Y esos son los que se disfrutan más, porque no le duele ni el bolsillo, ni hay límite. Por lo que, al rifar cargos públicos, que tampoco salían de su cartera; se dio cuenta que era fácil comprar voluntades de políticos, por eso, rifó cuanto cargo público hubiera, y si no había, simplemente lo creo. Por eso, es que ese antro de amebas en que se ha convertido el congreso, le aprueba todos los viajes posibles; pero no solo es por la necesidad de representación, sino porque el Perú esta económicamente en piloto automático y el modelo funciona. De manera que mejor gobierna estando siempre de viaje; que estando presente. Además, a nadie le importa si ella esta o no en Palacio de Gobierno, porque en realidad si ninguno de sus comechados ministros votó por la lista de Castillo y sus terrucos, ¿Qué plan de gobierno desarrollarían? De manera que para lo único que sirve ahora Dina, es seguramente incrementar su programa de Millas, para conseguir, luego de terminar su innombrable mandato, algunos viajes gratis. Aunque la pregunta es ¿Alguien cree que se librará del destino cruel que les espera a los presidentes peruanos? Yo tampoco.

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