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PERDIENDO EL JUICIO EN NUREMBERG

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Backpacker guy standing front road sign board in street confusing choose way. tourist travel guide symbol set concept in cartoon illustration vector on white background

Cuando ya pasamos las fiestas de navidad y la reunión por año nuevo, teníamos que usar los tickets en oferta adquiridos por sonji, para dar una vuelta por la Europa Nòrdica. Pretendimos llegar hasta Finlandia para caerle de sorpresa a Cucho Santisteban, en fin.

Luis Miguel Pino Ponce – Abogado

Como cada viaje es una aventura, después de un viaje en el tren de la de Osterreicher bundesbahn (OBB) que son los ferrocarriles austríacos desde Perg-Linz-Nuremberg de casi 6 horas, de Austria, pasamos a Alemania; es que llegamos. El tema es que como todo ahora es virtual (grrr. un humano por favor!!) reservamos un Hotel, que no sé porque lo elegimos: Era el Premier. Al llegar a la estación central de tren (Hauptbahnhof) Hbf -y como supuestamente “quedaba cerca” unos 400 mts. Y el wase nos indicaba que la “strasse” era a la salida de la Estación, resolvimos caminar (además que sonji odia tomar taxi, totalmente contrario a mí; ya no tengo edad para cargar ni mochila ni bultos) es que en plena nevada caminamos. Y después de una caminata (no sabíamos si al lado derecho o izquierdo) resulta que vimos un letrero Premier Inn. Me alegre. Sin embargo, al ingresar, vi que el rostro de Sonji cambiaba al hablar con la “fraulin” de la Recepción. Y es que era una decepción. ¿Que paso? Le pregunte, y me dijo – en este hotel no tenemos la reserva, ¿sino en el otro de la misma cadena- y donde queda? Dice que es igual 400 metros para el lado izquierdo saliendo de la Hbf. Caray, entonces teníamos que volver a recorre los 400 metros, al cambio ya nos tiramos caminando 800. Bueno, ni modo.

Pero cuando pasamos el Teatro de la Opera, no dimos con la strasse que nos indicaron, y cuando una persona respondió a las preguntas de Sonji, le dijo que esa dirección era, en un distrito, y que se debía de tomar el “U-Bahn” es decir el metro. A esas alturas ya estaba asado, bueno pero ni modo. Resulta que cuando llegamos al destino y nos bajamos -en-un-parque-cerca-a-un-supermercado- vi un letrero que correspondía al “Hotel Travel One” y no era el “Premier” (para mí ya era pre mier…) entramos. Pero el sistema robotizado nos contestó que no teníamos reserva y que probablemente era otro, pero que la dirección estaba bien, era cerca-al-palacio-de-la-opera, un edificio de color azul. Maldita sea. Sonja tomemos un taxi! No osito. Vamos de nuevo en el U-Bahn. Caray ni modo, volvimos al mismo sitio -al costado-del-teatro-de-la-opera. Y nada. Cuando hubo quien nos diera razón de la callecita o “Gasse”, o era una “strasse” (avenida) igual no dábamos y nadie sabe nada -o nos querían ayudar- El hecho es que estábamos de arriba a abajo frente a los muros medievales de Nuremberg. Y en un parquecito, unos comerciantes, nos dijeron que la “strasse” que buscábamos quedaba solamente como a tres cuadras y listo. Volvimos recorrer. Ya no me gustaba Nuremberg, -Maldita sea, tomemos un taxi!- No porque nos van a cobrar como 20 euros, -y a mí que me importa! Yo no he nacido para mochilero!! Pero ni modo, raudamente seguimos, y en una de las esquinas de la tan recorrida “strasse” se me cayó un guante ¡lo que faltaba! Y al agacharme – mientras que sonja estaba de lo más acelerada- no sé cómo es que volteo y veo un letrero que decía Premier Inn, con una media luna. ¡Casi salte de alegría! Sonja, ven. Lo encontré. ¿Así? Que bien. Y entramos, entonces pregunte si se mantenía mi “booking”. El “Herr” de la recepción dijo orondamente que así es, y que le mostrara mi ID, o mi pasaporte. Luego se puso a hablar con Sonja, la verdad que no se, ni me importo que hablaron. Nos entregó la tarjeta y por fin, ya me empezó a gustar Nuremberg.

Y después de mi ducha de reglamento, salimos orondamente a pasear, y entrando al antiguo Nuremberg, con casas de corte medieval, muros pétreos con el clásico foso. A mi que me encanta el medioevo, se pueden imaginar. Además, resulta que estaban aún en pleno Mercado post Navideño. Me encanto. Luego de tomar un Gluwein (vino caliente) resolvimos regresar al Hotel, porque al día siguiente quería recorrer todos los históricos lugares de Nuremberg. A todo eso ya era las 7.30 de la noche (en el Perú seguro 1.30 pm)

Al día siguiente, recorrimos de día todo lo medieval y el puente donde colgaron a los colaboradores del nazismo. Fotos obligadas, y como siempre caminando caray. Bueno, después resolvimos ir a la sede de la Corte Internacional que juzgó a los jerarcas nazis. Era una condecoración para mi como abogado recorrer ese histórico edificio. Pero como siempre quedaba “aquicito nomás” y Sonja como siempre ¡tenemos que caminar! Pucha, después de casi media hora llegamos a las sedes. Clásicos edificios, y entramos. Como siempre nos dan el QR para que desde el celular podamos ser guiados. Ingresamos en el segundo piso a la Sala de Audiencias donde fueron juzgados. Esta ahí todo intacto. Me emocione y pedí que me tomaran una foto, como si estuviera pidiendo el uso de la palabra. Ya tenía una condecoración. Desde luego que me esperaba otra caminata, pero valió la pena. Luego visitamos la parte moderna de Nuremberg, ciudad que es representada por el clásico “cascanueces” van las fotos, pero lo que me llama la atención es la cantidad de negros y asiáticos que existen allá. Es lógico pensar que el naciente movimiento AFD (Alternativa para Alemania) que es un disimulado nacionalismo tenga predicamento. Eso además vi repetidamente en casi toda Europa.

Al otro día, me esperaba otro viaje: El puerto de Hamburgo, pero es materia de otra crónica.

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