- El rector Paulino Arpasi junto a algunas autoridades académicas lanzó al lago Titicaca la «lancha sostenible» denominada «Kallpa Electric».
- Una mañana soleada en el puerto principal de Puno fué testigo del acto protocolar y tal vez provocó a Arpasi hacer importantes é inquietantes anuncios como «ser la única en su género por ser <innovadora, eléctrica, sostenible, barata y sin contaminación>. Y acaso el sol abrasador lo empujó a prometer «el abaratamiento del costo de los pasajes a las islas turísticas de Los Uros, Taquile y Amantani del lago Titicaca» sin mediar mayor explicación.
El proyecto en el fondo es alentador, Kallpa Electric, es una pequeña embarcación de 6 asientos y capacidad con motor de 9.9 HP que será autogenerado con energía solar evitando el uso de combustible y gases; Kallpa Electric a través de la Universidad puneña obtuvo la luz verde de Pro Ciencia y CONCYTEC para su funcionamiento, hasta ahí el mérito.
PERO… AHÍ ESTÁ EL DETALLE.
Lo cuestionable, sin embargo, es que la emoción y euforia del momento fué más que la racionalidad de Arpasi que hizo anuncios ambiciosos como el hecho -aparte de su incursión empresarial- de navegar en aguas de territorio boliviano, incluyendo las Islas del Sol y de La Luna en su, por el momento, en un imaginario itinerario.
Por supuesto que Paulino Arpasi, ignora sus propias facultades y límites y especialmente lo que le prohibe la ley al pretender navegar en otras dimensiones. De hecho que ignora lo prescrito por la Constitución Política del Perú en su artículo 60 que señala: «(…) Sólo autorizado por ley expresa, el Estado puede realizar subsidiariamente actividad empresarial, directa o indirecta, por razón de alto interés público de manifiesta conveniencia nacional. La actividad empresarial, pública o no pública, recibe el mismo tratamiento legal». Ya anteriormente se tuvo un pésimo precedente cuando la misma Universidad puneña puso en funcionamiento una agencia de viajes denominada «UNA TOURS» aperturando una oficina en la céntrica calle Lima, asi como una pastelería y un grifo, cuyo funcionamiento como su liquidación fueron rápidas igualmente, luego de ser cuestionadas por su evidente ilegalidad.
Se ignora igualmente si la novísima embarcación cuenta con los requisitos de navegación exigidos rigurosamente por la Capitanía del Puerto de Puno y de la Dirección del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, así como las licencias que exige la Dirección de Comercio Exterior y Turismo (DIRCETUR), que atormentan a diario a los lancheros locales y agencias de viajes, por lo que manifiestan algunos inquietos lancheros, la embarcación no cuenta con terraza ni baño privado que asegure la atención ó evacuación de ocasionales turistas en tramos largos y durante el primer paseo «inaugural» no se divisó a ningún guardacostas para aprobar el zarpe respectivo.
Como es casi normal, el sector privado de turismo y mucho menos las autoridades académicas de la Escuela de Turismo se dieron por enterados de la pretensión del rector Arpasi de invadir predios en forma ilegal.
Un antiguo agente de viajes, propietario de una lancha de turismo que hace viajes frecuentes a las islas del Titicaca manifiesta justificadamente su preocupación por representar una abierta competencia desleal contra las empresas formalmente constituidas que son controladas rigurosamente a diario y consideran que la lancha en funcionamiento estaría gozando de muchas gollerías en desmedro de otras.
Las dudas como las promesas, aparte de la lemma verde, siguen flotando en la ya contaminada bahía interior del lago y más que una afrenta contra el sector turismo se esperaba una propuesta de tratamiento y análisis de lo poco de agua que queda.