Dina, el pasado 28 de julio acabó con darle la estocada final a la preservación del patrimonio arquitectónico nacional y es que en su discurso por demás soporífero y agónico pasaron por desapercibidas muchas propuestas y decisiones que de hecho repercutirán en la colectividad más adelante. Una de ellas la preservación del patrimonio arquitectónico.
El anuncio de que en los días venideros aprobará un Decreto Legislativo “eliminando la necesidad de obtener autorización del Ministerio de Cultura para las licencias de funcionamiento en monumentos históricos (…) reconociendo la competencia de las municipalidades para realizar éste procedimiento” sic. Es decir el acápite “L” del Reglamento de Organización y Funciones del MINCUL que dice textualmente “Son atribuciones del Ministerio de Cultura (…) Expedir certificados, asi como realizar inspecciones oculares, otorgar autorizaciones, aprobar la determinación de sectores de intervención, revisar proyectos y anteproyectos de conservación, entre otros”, simplemente se borrará de un plumazo.
Aún cuando el adormecedor discurso anunciaba que la decisión “beneficiaría a potenciales propietarios de los más de 4866 bienes históricos a nivel nacional”, nada ni nadie podrá garantizar que no se sigan cometiendo más aberraciones contra lo que aún se considera como “patrimonio monumental” a miles de bienes en las ciudades que ostentan “centros históricos”.
Sinó veamos el caso de Arequipa a cuya Gerencia del Centro Histórico sencillamente se le escapan las tortugas y pese a tener una frondosa burocracia en sus narices, muchos “vivos” han convertido durante años, las terrazas del Portal San Agustín y Portal de Flores en depósito de basura, canchas de fulbito, jardines y otras aberraciones arquitectónicas, sin que la competencia como Municipalidad pueda siquiera amonestar a los agresores de la arquitectura y buen gusto.
Uno de ellos por ejemplo, luego de haber sido intervenido por la Municipalidad Provincial el pasado 27 de enero del 2023 por haber iniciado la construcción clandestina sin autorización municipal ni opinión del Ministerio de Cultura y que afea la terraza del Portal San Agustín, arguye, a la “preservación de un observatorio astronómico con el fin de continuar con la observación de eventos solares”, pretendiendo acaso el ofrecimiento de testimoniales al “Padre Eterno y Tata Inti” y a la misma “Mamita de Chapi con su concepción de los dragones” (sic) intentando así evadir cualquier acción administrativa de la autoridad por el dolo cometido hace ya 18 meses y sin sanción respectiva, ejemplos como éstos suceden a diario en todas las ciudades del Perú y luego del anuncio de Dina, pueden celebrar la apertura del abanico de aberraciones sobre monumentos históricos que se viene.