La cultura peruana, y específicamente la puneña acaban de sufrir un nuevo agravio. En una ceremonia oficial en La Paz, sede política del gobierno boliviano, un representante del folclor boliviano en un evento público en una andanada de agravios contra Puno, entre ellos ser la “capital folclórica del plagio” anunció que promoverá acciones legales ante esferas internacionales por lo que considera un desmérito que la Festividad de la Virgen de la Candelaria haya sido declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. El díscolo “cultor” del folclor boliviano tira barro con ventilador por redes sociales contra nuestra cultura y afirma equívocamente que Puno ilícitamente haya usurpado la autoría de la llamerada, morenada y diablada. En verdad no es la primera vez que los mal llamados “hermanos” bolivianos osan tal atrevimiento sin despertar un ápice de reacción de ninguna entidad vinculada directa ó indirectamente con el folclore y cultura de Puno.
Para algunos cómodos burócratas “laissez faire, laissez passer” (dejar hacer, dejar pasar) es la opción menos costosa de la ley del mínimo esfuerzo. Entre las entidades inútiles que callan en todos los idiomas están el Comité de Salvaguarda de la Festividad, la Federación Regional del Folclore, el Gobierno Regional, la Municipalidad Provincial de Puno, la representación congresal puneña, el parlamento andino, la sociedad civil representada por gremios de la actividad turística, colegios profesionales y otras de nombre pomposo que prefieren el silencio y dar pié al dicho “quien calla otorga”, incapaces de emitir por lo menos una nota de protesta por la andanada de agravios, en lugar de sacar brillo a la denominación otorgada por la UNESCO y sustentarla con una mejor organización que el año anterior.
Una lástima que la Festividad en honor a la patrona de Puno, declarada hace 9 años como “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad” por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) sufra éste tipo de agravios por parte de nuestros vecinos, sin despertar siquiera una reacción de defensa de sus propios actores. ¿Será que la desidia é inacción ante la arremetida chilena sobre el Pisco y otros, es la peor consejera?