TURISMO DESACREDITADO

Hace algún tiempo desde nuestra tribuna independiente nos atrevimos a enrostrar la mala racha por la que atravesaba la Escuela de Turismo de la Universidad Puneña y pusimos como ejemplo el estado calamitoso de sus servicios higiénicos; en lugar de acudir inmediatamente a la refacción sinó demolición de dicho antro, fuimos atacados vilmente por las autoridades de turno. “Algo huele mal en la Escuela de Turismo” se intitulaba el artículo, que aparte de destapar la alcantarilla mostraba también otra fuente cuyo hedor acaso sea más contaminante que el orgánico: la anarquía y falta de sentido común. Casi nada ha cambiado al paso de los últimos 5 años. El enorme ejército de sempiternos catedráticos eruditos en la teoría de confeccionar tarifarios de agencias ó elaborar manuales de cómo tender camas en un hotel, han desplazado vergonzosamente a aquellos cuya experiencia de vida es más valiosa que una separata ó bibliografía importada.

No es por tanto una “leyenda urbano-universitaria” la versión  de la existencia de “argollas” de catedráticos y administrativos preocupados más en el “serrucho de piso”, deporte altiplánico por excelencia,  y   confabulaciones contra profesionales cuya presencia podría refrescar la atmósfera de conocimientos.

La Escuela de Turismo merece ser refundada y tender puentes con la realidad, de lo contrario se consolidará la imagen que irradia de ser un islote frívolo en medio del Titicaca. Su Acreditación es obligatoria y el Destino Turístico Puno merece profesionales de alta calificación, y las Paradas Universitarias ó celebraciones pomposas por el Día del Turismo no agregan puntos a su mérito.