INAGOTABLE ZACARÍAS PRESENTA UN NUEVO «VÁSTAGO»

Zacarías es un hombre que pasa de los 65 años de edad, hijo nato de Caylloma, auténtico poblador del ande peruano y de las entrañas de su Colca querido al que conoce como su propia vida. Su mirada y sonrisa infunden confianza y carisma a primera vista, no requiere de artilugios o vestimenta citadina para llamar la atención, durante sus varios lustros ya hizo bastante mérito como para ser merecidamente autoridad en alguna dependencia gubernamental, prefiere no responderla, sin embargo pese a no contar con un sello oficial, banda, fajín de algún ostentoso burócrata, de esos que lucen zapatos brillosos por no haberse literalmente embarrado en los caminos ni parajes de su pueblo, ya ha movido más que «masas», conciencias de mucha gente.

Hoy acaba de presentar un nuevo «hijo» como él cariñosamente lo llama, se trata de «La Danza de los Condores», un libro que recopila fábula, fantasía, creencias populares que giran alrededor del «señor de los cielos andinos» el Cóndor, y que nos transporta imaginariamente a los barrancos, andenes y rincones de su reino.

Zacarías Ocsa Ocsa ya es ducho en la producción literaria, que armoniosa y finamente ha sabido combinar con su profesión de guía oficial de turismo, convirtiéndose en cierto modo en un embajador del Colca. En su haber tiene las siguientes obras: «Colca Maravilloso Destino turístico» (en inglés y español), «Tisco al reencuentro con su cultura», «Tradiciones del Colca: Misterioso romance de Ciro», «La guerra del agua».

Para la Dra. Carmen Cornejo, docente de la UNSA su amigo desde hace muchos años, «Zacarias es el incansable caminante que recorre los numerosos y a veces perdidos pueblos del colca, ha recogido mucho sobre su historia y sus tradiciones, pero también ha observado y sentido en carne propia el abandono de los niños por la pobre y falta de oportunidades en que viven los padres». Acaso motivado por evitar que ciertas facetas de su vida no se repitan con sus paisanos, viene organizando desde hace mucho tiempo, actividades de apoyo social a favor de sectores vulnerables en épocas navideñas y de escolaridad, se cansó, literalmente, de tocar puertas a entidades y empresas públicas y privadas y sufragó todos los gastos con su propio bolsillo y el apoyo de sus amigos, como él lo señala «Ayudar al que lo necesita no solo es parte del deber, sino es también encontrar la felicidad».

Grande, Zacarías como el vuelo de los Cóndores.